COOPERACION INTERNACIONAL

Desde hace más de un año se desarrolla en Florencio Varela un claro ejemplo de cooperación internacional. La organización italiana IPSIA (Instituto Paz Desarrollo Innovación ACLI) y el Instituto de Formación y Trabajo AG son las protagonistas de esta relación. El proyecto, que cuenta con el auspicio del Ministerio de Asuntos Exteriores de Italia, se llama Jóvenes y Mujeres por un Nuevo Desarrollo y busca la promoción social y cultural a través de la capa-citación laboral en las áreas de Construcción Edilicia, Producción Agropecuaria, Nuevas Tecnologías y Servicios Comunitarios.
IPSIA nació en 1985 para promover el fortalecimiento de sujetos en riesgo, con formación y financiamiento para microemprendimientos. De esta manera, además de Argentina, también colaboran con organizaciones civiles de otros paises.
Por su parte, AG es una asociación civil que desde hace veinte años participa en el desarrollo local a través de la promoción de las capacidades laborales, productivas y microempresariales. Actualmente cuentan con dos sedes y en una de ellas funcionan el Centro de la Mujer y, además, el de Promoción y Participación de la Juventud, un espacio que persigue el fortalecimiento de redes y grupos juveniles locales.
El proyecto se desarrolla desde el 2005 y, además de los recursos económicos destinados por IPSIA, tres de sus miembros italianos se instalaron durante un año en Buenos Aires para colaborar e interactuar con los impulsores locales. "Una condición de un proyecto de cooperación es que parte de los recursos los aporte la institución beneficiada -explica Mauro Plate, uno de los tres italianos que integra el proyecto-. En este sentido, IPSIA aporta el dinero asignado para los recursos humanos, el equipamiento y los docentes de los cursos, mientras que AG, la contraparte local, brinda el espacio físico, el conocimiento de la realidad local y las vinculaciones necesarias para el desarrollo del proyecto".
La intención de capacitar para el desarrollo de microemprendimientos productivos y el mejoramiento de las capacidades laborales en Florencio Varela se concreta a través de los cursos de capacitación y el otorgamiento de microcréditos. La novedad del proyecto es que se acompaña las clases con cursos de Gestión de Microempresas y Marketing, orientación socio-laboral y ciudadanía.
En tanto, con el microcrédito es posible eliminar las barreras financieras para que las personas que no pueden pedir un préstamo en un banco cuenten con un capital inicial. "Detrás de esta iniciativa está la idea fundamental según la cual todos, también los pobres, son sujetos activos económicamente", acota Mauro.
Con respecto al monitoreo que IPSIA hace del proyecto, Cristian Rodríguez, Coordinador del área Nuevas Tecnologías, explica: "Enviamos informes confeccionados de manera colectiva pero, cada tanto, vienen miembros de IPSIA de Italia para ver cómo está funcionando el proyecto".
En este modo de trabajo, todos resaltan el "enriquecedor intercambio y la combinación de enfoques". "Los italianos tiene una manera de trabajar donde todo está estructurado y planificado -cuenta Cristian- y para nosotros ese es un muy buen complemento". Las dificultades de adaptación no fueron pocas pero con el paso del tiempo lograron superarlas y acostumbrarse a la metodología de participación e intercambio.
Para Mauro lo positivo de trabajar con personas que tienen una visión diferente se basa en que "en el encuentro se tienen que dar algunos pasos para entender al otro y esos pasos implican un aprendizaje". Al respecto, recuerda: "A mí me costó adecuarme a los tiempos largos para tomar decisiones y a extender los plazos, pero todos cedimos y pudimos conocernos y fortalecer al grupo"
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1 comentario:

guana dijo...

hola,

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marta.guanabens@mpg.com