TRANSMITIENDO OTRA COMUNICACION: ENTREVISTA A OSCAR MAGAROLA

Sencillo, humilde, activo y comprometido. Así es Oscar Magarola, un comunicador comunitario en la teoría y en la práctica. Este Licenciado en Comunicación Educativa, que además es profesor de Filosofía y Pedagogía, fue director de la carrera de Comunicación Social en la Universidad Nacional de la Matanza, cargo al que renunció para coordinar un centro educativo comunitario en Villa Soldati. Actualmente continúa en esa universidad como titular de cátedra de Comunicación Comunitaria, materia cuya creación impulsó en el 2002. También esta al frente del Taller Anual de la Orientación en Comunicación Comunitaria de la licenciatura en Ciencias de la Comunicación de la Universidad de Buenos Aires (UBA).

¿Cuál fue tu primer contacto con la Comunicación Comunitaria?
Mi acercamiento a la disciplina se concretó a través de mi participación en la Fundación Educación para la Salud (EdupaS), dirigida por Jaime Correa y Julieta Inverti. Distintos ministerios nacionales nos convocaron para hacer un programa de capacitación y relevamiento de proyectos relacionados con menores en situación de riesgo y armar un diagnóstico. El objetivo principal era capacitar y producir materiales vinculados a la educación para la salud destinados a la formación de promotores sociales y comunitarios.

¿De qué manera encararon y desarrollaron el trabajo?
Partiendo de los saberes, las competencias y las necesidades del otro. Es decir, no se trataba de armar esos materiales desde el saber teórico, técnico y profesional sino de un relevamiento y un diagnóstico de las competencias, los intereses, las características culturales y los códigos propios de las comunidades a las cuales se destinaban. Nos parecía que el tema de la comunicación con el otro, con la comunidad, era una pieza clave para el éxito de cualquier programa.

Con respecto al Taller Anual de Comunicación Comunitaria, ¿cómo fue y es la experiencia de conformarlo?
Corrían los años '80. Hacía poco tiempo que se había recuperado la democracia y se estaba produciendo un fenómeno muy particular relacionado con la proliferación de los medios locales o comunitarios, fundamentalmente de radiodifusión. Estos proyectos, que el CONFER definía como radios piratas o truchas, eran medios alternativos con una presencia muy fuerte. Para nosotros representaba un gran avance de la comunicación para el desarrollo local y la comunicación ciudadana en democracia. Fue un florecimiento importante en el cual las comunidades empezaron a ver en los medios formas de expresión a través de los cuales ejercer su derecho a la información. Eran formas de apropiarse de los medios, no con la lógica de los medios masivos de comunicación, sino con la idea de una comunicación al servicio de los intereses y necesidades propias de las comunidades. Esa situación resultaba interesante para los estudiantes de comunicación ya que podían intervenir en los medios alternativos para ayudarlos a fortalecerse y capacitarse pero, a la vez, podían aprender de ellos.

Entonces, entre lo antropológico y lo tecnológico, si pudieras dar una definición de la Comunicación Comunitaria en pocas palabras, ¿qué dirías?
El fenómeno de los medios alternativos o comunitarios fue debilitándose paralelamente al proyecto político de los '80. El debate que nos planteábamos en el interior de la Cátedra era que la Comunicación Comunitaria no es solamente medios de comunicación comunitaria. Cualquier organización social, movimiento o institución desarrolla estrategias de comunicación y necesita capacitación y técnicas de comunicación interna y externa más allá de lo estrictamente mediático y tecnológico. Para mí, la comunicación es, más que un fenómeno mediático, un hecho profundamente antropológico y social. Es más, no existe el hombre, no existe la sociedad, si no es a partir del fenómeno comunicacional: lo humano es en la comunicación, se produce a partir de este fenómeno.

Y cuál sería la especificidad de un comunicador comunitario?
Hoy son pocos los medios de comunicación alternativos, y la Comunicación Comunitaria se diluiría si la redujésemos a este único aspecto. Entonces, ¿qué hace un comunicador comunitario?, diagnostica y planifica en forma participativa, desarrolla estrategias, capacita a los actores sociales para mejorar y fortalecer sus habilidades comunicacionales, para hacer visible y sustentable la vida institucional. Pensamos en la Comunicación Comunitaria como comunicación para el desarrollo, comunicación para fortalecer la ciudadanía y la vida democrática, en fin, comunicación para tejer redes.

Para ser comunicador comunitario, ¿es necesario pasar por la Universidad?
El pasaje por la Universidad aporta un bagaje teórico muy importante. Tiene que ver con una visión de lo social, con una actitud analítica, crítica y conceptual que fortalece al estudiante a la hora de desempeñarse como comunicador comunitario porque da otra perspectiva. Por lo menos, en la medida en que la Universidad logre adoptar una actitud mucho más vinculada al mundo de lo social.

Esa actitud, ¿existe actualmente?
El mundo de la formación universitaria se ha academizado, es decir, se ha encerrado en una especie de goce intelectual por discutir y dilucidar cuestiones demasiado teóricas y perdió la vinculación con lo social y concreto. En la medida en que la universidad redefina su rol en la sociedad, lo académico es importante en tanto que aporte un capital cultural y conceptual que le permita al profesional dotarse de las herramientas teóricas para poder hacer un buen diagnóstico y una buena planificación.

¿Tenés otra actividad además de la Universidad?
Coordino el centro educativo comunitario Ramón Carrillo, que depende del Ministerio de Educación de la Ciudad de Bs. As., del área de Políticas Socioeducativas y en particular de un Programa que se llama ZAP (Zona de Atención Prioritaria).
Este Centro comunitario realiza actividades educativas y recreativas destinadas a chicos de jardín, primaria, adolescentes y adultos. Y además en el marco del proyecto de voluntariado universitario que articula a la UBA, Carrera de Comunicación y Ciencia Política, con las organizaciones sociales se lleva a cabo un curso de capacitación en radio comunitaria destinado a organizaciones de la comunidad, juntas vecinales y asociaciones civiles sin fines de lucro.

Hiciste referencia a la construcción de redes, ¿qué pensás con respecto a este enfoque?
Es fundamental. Yo rescato de la vieja tradición de la Comunicación Popular la idea de la comunicación para el cambio social, y me parece que venimos de experiencias que con la última dictadura militar y la posterior consolidación del paradigma neoliberal en los '90 supusieron una fuerte fragmentación y desarticulación del tejido social. El desafío de la Comunicación para el Desarrollo supone la rearticulación del tejido social. Esto es imposible si no se piensa en un trabajo de redes.

¿Es útil para el comunicador comunitario?
Las asociaciones están subsistiendo en forma fragmentaria, insular y desarticulada. El desafío para un comunicador comunitario está en retejer, en rearmar la idea de trabajar con el otro evitando la yuxtaposición y la fragmentación para crear este lazo nuevamente. Sin eso, es imposible contraponer al proyecto de la fragmentación una visión comunitaria. Se ha impuesto una "cultura de la delegación" que es la que nos hace esperar del otro la solución de nuestros problemas. Sin embargo, un elemento interesante que trajo la retirada del Estado a partir de los '90, fue la creación de la necesidad de que la sociedad civil organice sus propias instituciones, pero desarticuladamente. El desafío de aquí en más es que ese emerger de nuevos actores sociales logre construirse alrededor de una idea de red. El comunicador comunitario tiene ahí un campo importante para el desarrollo profesional. La idea es establecer puentes entre las organizaciones sociales para que recuperen su protagonismo histórico.

¿Sos optimista al respecto?
¡Qué pregunta! A partir de andar, de recorrer el espinel, y a partir de la propuesta del Taller Anual de Comunicación Comunitaria referida a un trabajo de intervención en comunicación que los alumnos deben realizar, descubrimos una multiplicidad de proyectos sociales, de instituciones, movimientos y organizaciones que desarrollan trabajos muy importantes de recuperación de la identidad, de espacios de contención de jóvenes, de capacitación, de formación. Hay un importante desarrollo de nuevos actores sociales que tratan de recuperar la idea según la cual es importante juntarnos y generar proyectos. Así que sí, soy optimista.

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